Epítome del desamor.
Vuelvo a nuestro lugar, te pienso, te pienso; te pienso tanto que me enferma.
¿Cómo no pensarte al frecuentar los lugares donde amamos la vida?
¿Cómo no beberte en cada Whiskey que procuro no tomar?
Te echo de menos y te extraño de más.
Contaron nuestra historia; existimos en otras personas: menos tú, menos yo, más nosotros.
Le perdí el miedo al bolígrafo y papel, disfruto seas todo lo que salga de mí.
Probé Mistral, Benedetti, incluso le creí a Sabines. Mentí, espero jamás curarme de ti.
Jugamos a entregarnos, acabó el juego, ¿cómo me recupero?
Cariño, si contigo aprehendí el amor, no me sorprende seas el epítome del desamor.
Comentarios
Publicar un comentario