“NO LE LLAMES PUTA

No le llames puta a la mujer que ama; no le digas que el amor es egoísta, que no puede amar a tantas personas a la vez.

No le llames puta a la mujer que amas, que te causa un dolor, pero que te alegra absurdamente el corazón.

No seas cobarde, no te asustes de lo que puedes llegar a amar.

Este poema te lo dedico, amor mío, a cualquiera que me haga perder la cordura.

Te amo, lo hago a mi manera, pero, por favor, no me llames puta por entregarte un pedacito de mí, cargado de mi alma, mi amor, mi hermosa locura incomprensible.

Quiero decirte que hoy me encuentro un poco rota, y que detesto que me limites; que amo tu barba cerrada, me vuelve loca tu inteligencia, tu voz me debilita, tu visión del amor y gusto por la poesía me hacen querer amarte más que al resto. Y que tu crítica e indiferencia duelen, pero que he llegado a aceptarla y verla hermosa.

No me llames puta por mi capacidad de amar, porque el amor me pertenece y lo comparto. No me llames puta por jugar con los tres papeles de la vida; el poeta, la inspiración y la poesía; por convertirte en palabras en papel, gritos en mi cabeza y besos en mi memoria. Por ser de las que dan y no de las que quitan.

No me limites, no me pidas que me quede tranquila. Enamórate de mi locura, de mis ataques de ansiedad, de la buena música, de mi fascinación por la buena poesía, de mi canto y el baile, de mi habilidad de escritura, del enorme significado del amor.

Enamórate de alguien real, que no busca ser controlado, de alguien que no limita, de alguien que sueña, de mí.

No me llames puta por mi capacidad de relacionarme con otras personas. Ni manipuladora por salirme con la mía y conseguir lo que quiero, y obsesiva por llevar el control de las acciones de cada uno de mis días, aun si me permito caer y perderlo de vez en cuando.

No le llames puta solo porque te hace sentir mejor, nadie merece ser tu capricho. No merezco que me llores, que me pienses el amor de tu vida, porque pensar el amor es limitarlo.

Ámame así, libre, feliz, lista para amar de vuelta.

No le llames puta a quien tanto te da y nada te quita.