11 / 10 / 17.
Me gusta pensar que algún día volveré a verte.
Hoy te pienso un poquito más, tratando de analizar cada pedacito de ti.
Tu ausencia me pesa en la profundidad de mis deseos... de ti, de tu estúpido recuerdo.
Yo solo observo tu puerta por una serie de minutos consecutivos en una cadena de días interrumpidos. Y es que pienso en las ganas que te traigo, en las ganas que cada vez que te veo, intento saciar. Sin embargo, siempre que cruzas la puerta de salida, quiero más.
Y es que, amor mío, tú, que tienes mi corazón, y yo que ando deambulando sin el tuyo, jamás podrás entenderme. Pues, no me dejas con las ganas de unos buenos besos y ya; cada que te veo, pienso en lo mucho que te quiero, en lo mucho que me enloquece tenerte lejos y mucho más el tenerte cerca.
Amor, ¿volveremos a vernos?
Dime, para saber dónde guardar las cartas, las historias de amor y las flores de papel.
Hoy te pienso un poquito más, tratando de analizar cada pedacito de ti.
Tu ausencia me pesa en la profundidad de mis deseos... de ti, de tu estúpido recuerdo.
Yo solo observo tu puerta por una serie de minutos consecutivos en una cadena de días interrumpidos. Y es que pienso en las ganas que te traigo, en las ganas que cada vez que te veo, intento saciar. Sin embargo, siempre que cruzas la puerta de salida, quiero más.
Y es que, amor mío, tú, que tienes mi corazón, y yo que ando deambulando sin el tuyo, jamás podrás entenderme. Pues, no me dejas con las ganas de unos buenos besos y ya; cada que te veo, pienso en lo mucho que te quiero, en lo mucho que me enloquece tenerte lejos y mucho más el tenerte cerca.
Amor, ¿volveremos a vernos?
Dime, para saber dónde guardar las cartas, las historias de amor y las flores de papel.
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