TRES COSAS

Tres cosas, solo tres cosas, en resumen, pero que lo llevan todo. Un buen café, una profunda charla y unos buenos besos.

Y te ríes y no me tomas en serio. Pero es real, no necesito más.

No necesito más que dos simples condiciones para hacerlo cumplir. Pues te cuento que creo en lo genuino y lo recíproco. Y si tengo eso, no requiero más.

El amor mueve al mundo, es verdad, la idea de encontrar el amor perfecto nos tiene en constante movimiento.

Algunos lo encontramos en la ciencia, en el arte, la cocina, la poesía, y si tenemos suerte, en una persona. Y entonces, sucede: la profunda charla, el buen café y los buenos besos.

Y vuelves poesía al poeta, danza al bailarín, idea a la persona.

Tienes el mejor secreto entre tus ojos, escondido en la fotografía, presenciado en el arte de tus palabras y movimientos. Y vale la pena, la vida, los riesgos, caerte esperar, admirar, respirar.

Te das cuenta de lo que vales.

Que soy poesía y lo digo con orgullo, sin importarme las risas vacías de las personas que tan poco conocen de cultura. Que no les han enseñado, que hasta la mala poesía puede cambiar al mundo.

Que yo, esta persona hecha de carne y letras, soy mi propia filosofía.

Que sí, que tal vez tengas razón, que las ideas mueven al mundo. Y espero ser la idea que te haga perder todo intento de cordura. Que he aprendido a no ser de nadie como soy mía; que te escribo, pero me describo, porque soy tan tuya, como tú eres tan mío.

Creo que nos hemos equivocado, que hemos decidido depositar nuestras esperanzas en el lugar equivocado, en Dios, tu padre, mi madre, el negocio familiar. Y que hemos dejado de lado lo importante. Porque al final, solo nos queda el recuerdo de el buen café, las profundas charlas y los buenos besos. 

Solo me queda tu recuerdo...